Viaje de los Mercader Lòpez  a America 



Viaje de los Mercaer Lòpez a America







El matrimonio Mercader López estaba formado por Francisco Mercader Sarrillo nacido el 1 de Febrero de 1773 en la ciudad de Cartagena de Levante en la región de Murcia de España, hijo de Francisco Mercader Ibañez y de Nicolasa Serrillo Hernandez y María López Villavicencio De Castro nacida el 24 de Julio de 1774 en la ciudad de  La Laguna en la isla de Tenerife una de las Islas Canarias de España hija de Luis Lòpez Villavicencio y de Marìa Teresa De Castro, se residenciaron en la ciudad de Santa Cruz capital de la isla de La Palma otra de las islas Canarias, pertenecían a una clase media burguesa, Francisco ostentaba y era el sucesor de la casa y mayorazgo de los Mercader y lo mismo María hija de una familia con solar reconocido en la ciudad de La Laguna en Tenerife, los Mercader Lòpez tubieron su hijo primogènito al que llamaron Francisco igual que su padre, nació en los albores del siglo XIX un 16 de Enero de 1801 en la ciudad de Santa Cruz fue bautizado al mes siguiente el 22 de Febrero de 1801 en la iglesia parroquial del Salvador y fue su padrino el Coronel Antonio Pinto de Guisla gobernador de la isla de La Palma, el compadrazgo entre Francisco Mercader Serrillo y Antonio Pinto de Guisla padrino de su primogénito fue determinante para que los Mercader López tomaran la decisión de emigrar América y específicamente a Venezuela, resulta ser que Antonio Pinto de Guisla habìa nacido en Caracas capital de la Capitania General de Venezuela, era hijo de Don Gaspar José Pinto De Guisla y Van de  Walle nacido en 1701 en Santa Cruz de La Palma y que se traslado a esta Capitania, caso en Caracas el 4 de Diciembre de 1740 con María de la Candelaria de Matos y Arias de Escobar nacida en 1725, tuvieron dos hijos el mayor Antonio de Pinto de Guisla y Matos (1743-1824), sucesor de la casa y mayorazgo de Guisla y Pinto, fue Caballero de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, Coronel de Infantería de los Reales Ejércitos, Gobernador de las Armas en la isla de La Palma, donde murió. Había nacido en Caracas el 10 de Noviembre de 1743 y murió en Santa Cruz de La Palma el 26 de Diciembre de 1824 a los 84 años de edad, caso dos veces la primera con Beatriz Antonia Pinto de Guisla y Vélez de Hontanilla nacida el 3 de Junio y fallecida el 14 de Julio de 1796 en Santa Cruz de La Palma a la edad de 60 años sin tener descendencia eran primos, casó en segundas nupcias con Josefa Narcisa Massieu y Massieu en Santa Cruz el 11 de Febrero de 1798 nacida en 1743 sin tener descendencia.

El segundo fue Juan José Pinto de Guisla y Matos, casado en Venezuela con doña Luisa Díaz Paiva, natural de Nutrias (Barinas), hija de don Pedro Díaz y de doña Francisca de Paiva. Tuvo un hijo llamado José de Santa Ana Pinto de Guisla y Díaz Paiva (17. . -1865), también nacido en Venezuela y bautizado en Santo Domingo de la Cotiza, que era entonces un pueblo de las Misiones Dominicas de Barinas, y hoy es municipio del distrito Rangel en el estado Mérida. Fue el último varón de la casa de Guisla de Pinto, y, por ello, último poseedor del mayorazgo y los patronatos de su casa que había heredado de su tío. Fue Capitán de Milicias Provinciales de Canarias, en Santa Cruz de La Palma se casó con doña María de las Nieves Poggio y Alfaro, nacida el 25 de septiembre de 1797, e hija del teniente coronel don Joaquín Poggio y Alfaro, y de doña María Magdalena de Alfaro y Poggio, nieta por línea paterna del teniente coronel don Félix Poggio Escobar Maldonado y Valcárcel, y de doña Laureana de Alfaro y Poggio, su esposa y prima hermana; y nieta por línea materna de don Francisco Antonio de Alfaro y Poggio y de doña María de las Angustias Poggio y Valcárcel.

Murió en Santa Cruz de La Palma, dejando descendencia que alcanza a nuestros días, como sus nietos, los abogados Pedro Cuevas Pinto de Guisla (1875-1957), orador elocuente y Decano del Colegio de Abogados de la isla de La Palma, donde fue Delegado del Gobierno de S. M. y presidente del Cabildo Insular; y Ezequiel Cuevas Pinto de Guisla (1880-1936), también notable por su elocuencia oratoria, y Fiscal de la Audiencia Territorial de Barcelona (España).

Y fuè este Gaspar José Pinto de Guisla y Van de Walle un Español Canario el protagonista del motín de San Felipe que es el tercer levantamiento de mayor envergadura contra la Compañía Guipuzcoana después del levantamiento de Juan Francisco León y la rebelión de Andresote en 1732, estos acontecimientos están muy bien descritos por Carlos M. Padrón en su blog Padronel y los cuales textualmente cito.

"Gaspar José Pinto de Guisla y Van de Walle 1701

Tanto Urrelo como los sanfelipeños se preparan para la lucha. Zuloaga ordena a Urrelo que reúna toda la tropa necesaria para rendir y poner en sujeción a San Felipe, pero dos días después, al saber que los sanfelipeños recibían refuerzos de los holandeses e ingleses, y pensando que peligraba toda la Provincia, da una contraorden y opta por pactar. El doctor Bernardo Raimundo Da costa Romero hará de mediador entre ambas partes. Los sanfelipeños envían un propio a Bogotá para lograr que el Virrey conozca la causa y los arrebatos de Zuloaga, pero el Virrey aprueba lo dispuesto por éste. Sin embargo, Zuloaga no cree conveniente renovar el nombramiento de Basas Abal.

Por fin Urrelo entra en San Felipe. Ante él desfilan los declarantes de la ciudad. Viñas, Moneda y Arias son encerrados en Puerto Cabello. Otros son expulsados. Los cabildantes continúan díscolos, pero ahora la mayoría apoya a Urrelo, quien embarga las haciendas a los cabildantes. Se considera a Viñas el cabecilla del motín. Pasa el tiempo y, por fin, llega a España el sumario. El Consejo de Indias está en sesión plenaria. Los miembros del Real y Supremo Consejo emiten opiniones diversas. El Marqués de la Regalía —coterráneo de Pinto, que había sido Gobernador y Teniente de Capitán General de Venezuela, y quien, años antes, en informe al Rey, reconoce la necesidad de alguna tolerancia en el comercio libre si se quiere que el pueblo viva en una provincia tan pobre como Venezuela— pide que se siga la causa contra Basas Abal. Otros opinan de igual modo. Por acuerdo final, San Felipe queda con su título de Ciudad, que estuvo a punto de perder, y los rebeldes van, unos a Caracas y otros al destierro perpetuo. Los más sufren la confiscación de sus bienes. Ninguno es condenado a muerte.

Si entre las sublevaciones de tipo económico que se realizan en Venezuela contra la Guipuzcoana, el levantamiento de Juan Francisco de León es el de mayor envergadura, y la rebelión de Andresote, en 1732, fue la primera entre las de alguna importancia, el motín de San Felipe es el mejor organizado y el único que logró su cometido: que el vasco Basas Abal no fuera Teniente Justicia Mayor de San Felipe. Pues Andresote no alcanzó su propósito de algunas libertades de comercio en los valles de Yaracuy. Ni tampoco Juan Francisco de León consiguió el suyo: la expulsión de los vascos. Sin embargo, San Felipe, por voluntad de su pueblo, todavía en la primera mitad del siglo XVIII, en una época en que el poderío de los monarcas era absoluto, obtiene, por medio de todo un levantamiento contra los que en Venezuela representan al Rey, que sea anulado el nombramiento de uno de estos representantes reales.

Los promotores del motín de San Felipe fueron, como en el drama de Lope de Vega, “Todos a una”; sin embargo, no fue movimiento acéfalo, sino que estuvo dirigido por el grupo de los que componían el Cabildo. Entre éstos se ha señalado a Viñas como el principal ejecutor, pero, a pesar de ello, parece ser que Pinto, Alcalde Ordinario y familiar de casi todos los cabildantes, fue el que actuó como dirigente de estos hechos en los primeros momentos; así se desprende no sólo de una de las órdenes de expulsión dadas por Zuloaga el 16 de enero de 1741 —en la cual aparece Pinto citado de modo particular, y encabezando la lista de los condenados al ostracismo— sino también de la mención que hace de Pinto en sus declaraciones Francisco Venancio García, pardo libre, uno de los hombres que iba en compañía del Alcalde de la Santa Hermandad en la comisión que se entrevistó con Urrelo. Sería presumible que luego, en luna de miel, las delicias de himeneo hicieron que no fuera Pinto sino Viñas el que llevara la voz cantante que se oyese en el San Felipe revolucionado."



Entradas populares de este blog